El sábado 9 de mayo la Nave Cultural presenció junto a 450 personas la quinta edición del homenaje al rock de los setenta; de la mano de Kashmir (banda tributo a Led Zeppelin), se pudo compartir con distintas generaciones el amor a los grandes éxitos que marcaron un antes y un después en el género musical del rock británico.
La sala número uno abre sus puertas a las 21:30. Se puede palpitar la expectativa del público, familias, parejas, adolescentes, niños, todos ellos con los ojos puestos en el escenario que prometía rock del bueno. Las luces comienzan a atenuarse y desde el camerino los integrantes de Kashmir se preparan para salir a dejar todo. "Kashmir fue hecho para divertirse" agrega la deslumbrante cantante segundos antes de subirse al escenario.
El dinámico cuarteto conformado por Adriana Rodríguez (voz), Edgardo Povez (guitarra), Federico Zuin (bajo) y Pablo Sánchez (batería) abre el show con “Good times bad times”, es así como poco a poco la atmósfera rockera se va condensando, dejando a flor de piel los sentimientos de los espectadores.
De a poco la sala se convierte en una máquina del tiempo y de repente todos somos pasajeros de Led Zeppelin.
A medida que transcurrían las canciones el público se iba desinhibiendo, alaridos, comentarios, interacciones entre la banda y la gente, unos que otros bailando con sonrisas de oreja a oreja, y por sobre todo compartiendo la magia que proporciona la música: unir personas. Suena “Babe I’m gonna leave you”, cantado por la esplendorosa voz de Adriana y de repente es inevitable sentir escalofríos.
La clave de la noche se basó en sorprender, y así fue como “Stairway to heaven” obtuvo su propio coro (Alumnos del Estudio Sono Rock), y no solo eso sino también el impecable solo de Pablo Sanchez tocando “Moby Dick”, destacando además la pasión que transmitían los dedos de Edgardo y Federico.
Quedó claro compañerismo de los músicos y su profesionalismo a la hora de compartir escenario, y el pulcro trabajo de más de veinte músicos en escena, con el único objetivo de brindarle a sus seguidores la gran experiencia Kashmir.
El tiempo pasaba y el vínculo con el público se hacía cada vez más fuerte, para llegar casi al fin del concierto, y claro está, pedir una canción más, nunca es suficiente. Comienzan a tocar “Whole lotta love”, reproduciendo fielmente la canción con un theremín, y la única condición que presentan esta vez, es que la tribuna se levante y rockee a la par.
Se despiden, las luces se prenden, y un vacío queda flotando en el aire, a lo que se escucha al unísono: “Otra, otra, otra”. ¿Iban a negarle una más? Claro que no, es así como salen a escena nuevamente y cierran de manera definitiva con “Rock and roll”, todos bailando, felices y llenos de buenas vibras.
Cabe destacar que para los que no pudieron asistir a la Nave cultural el 9 de mayo, este domingo 17 Kashmir toca en Maldito Perro – Rock Bar. Además, para los fanáticos del rock de los ’70 el viernes 15 de mayo toca “Cosmo´s Factory” (homenajea a Creedence Clearwater Revival), Sabado 16 “Apple” (homenaje a The Beatles) y viernes 22 “Stick men”.
Fotos por Alejandro Pizarro