Después del accidente ocurrido durante el 2010 en Rosario (la muerte de Tute Belnudo por patinar sin casco) se lanzaron proclamas y proyectos para prohibir el longboarding tanto en Santa Fe como en Córdoba. Hoy nos encontramos con una nueva tragedia, pero esta vez el hecho fue en San Luis.
En la madrugada del lunes 1 marzo cerca de las 2 am, Miguel Ángel Becerra, un joven de unos 30 años aproximadamente, se encontraba en el autodromo de San Luis con su novia (Natalia), quién practicaba longboard, Miguel a modo de gracia le sacó la tabla a Natalia para patinar y se lanzó sin ningún tipo de protecciones.
Al no haberse subido nunca antes a un longboard perdió rápidamente el control de la tabla golpeandose fuertemente la cabeza contra el suelo. Al no tener casco quedó inconciente, fue hospitalizado y al día siguiente falleció.
El trágico accidente deja un pésimo antecedente a este deporte que se encuentra en climax y de por sí se encuentra con muchas trabas a la hora de gestionar permisos y habilitaciones para la libre práctica.
Desde las diversas agrupaciones de longboard en todo el país, sectores privados, marcas y desde medios como este, se promueve e incentiva a la ultilización de protecciones para la práctica de longboarding. El casco salva vidas, pero la toma de conciencia y el apoyo de todos los que practicamos este deporte, puede salvar aún más.
El longboard de por sí, no es mortal, ni peligroso. Se transforma en algo peligroso cuando no se lo práctica de la manera correspondiente, como cualquier actividad de la vida cotidiana que se haga de manera negliente, si no intente manejar su auto con las puertas abiertas, enchufar su computadora con las manos mojadas, o cualquier cosa que se le ocurra hacer de manera poco produente y verá como se transforma en algo peligroso y mortal.
Foto de nota: Longboard San Luis
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